PIEDAD CABALLERO VALLEJO,
SEGUIDORA Y DISCÍPULA
DE JESÚS Y DE LA VIDA
Nacida en España,
en Herrera – Palencia en la meseta castellana (España), Piedad desde muy joven
se vinculó a la comunidad de las Hermanas
de la Compasión, porque en ese carisma siempre se sintió a gusto en su
forma de acercarse a la gente: pasión de
empatizar, que la hizo entrañable e inolvidable como lo atestigua hoy el
cariño con el que es extrañada y sentida en su muerte, en el barrio Alfonso
López de Cali.
Hace sus primeros
votos en el año 1961, es decir que participa en su primera juventud en todo el
proceso de renovación eclesial y teológica que significa el Concilio Vaticano
II, el 14 de Agosto de 2011 celebró en Cali, sus Bodas de Oro de vida religiosa.
En los primeros
años 70, llegó a vivir a América Latina, continente que a partir de ese momento
asumió como su patria grande. Su punto de llegada fue Venezuela, en donde vivió
por 15 años. En la compañía de Pedro Trigo (jesuita venezolano) y de algunas
religiosas más, inició su acercamiento y caminar en las propuestas de la Teología
de la Liberación y de la opción por los pobres. Piedad se mantuvo fiel hasta el
final de su vida a esta dinámica, con una exigencia permanente del cambio de la
iglesia por el que luchó permanentemente y en el que confió desde el fondo de
su corazón, siempre.
Hacia 1989 llegó a
vivir a Cali, al barrio Alfonso López, en su tercera etapa. En este momento el
barrio era el sector más recientemente poblado de la ciudad, populoso y
marginal que albergaba población recientemente llegada y muy pobre. La
incardinación de Piedad fue plena desde los mismos inicios. Hizo parte de la
coordinación de religiosas insertas en medios populares (CRIMPO), en Cali.
Trabajó siempre con
mujeres y niños. Impulsó y fue co-fundadora desde su comunidad de la
organización Fuerza Viva (mujeres de la tercera edad), desde su
vinculación a la parroquia San Alberto Magno, apoyó la catequesis,
impulsó Comunidades Eclesiales de Base y trabajó en el colegio Santa Isabel de Hungría, en este ambiente parroquial algunos la
llamaban la monja tropera. Los
últimos años estuvo muy entregada al comedor
comunitario de López y a un servicio de salud de medicina alternativa para
la población del sector. Igualmente los años 2010 y 2011, se entregó con mucha
fuerza a apoyar a las víctimas del invierno en los alrededores del jarillón del
Cauca.
Hace unos 14 años
se vinculó al Círculo María de Magdala, nacido inicialmente
como Comisión Mujer Iglesia de la CRC (Coordinación de religiosos y
religiosas) de la ciudad. Estuvo vinculada y fuertemente comprometida con este
círculo hasta el final de su vida. Como compañera del círculo, recordamos a Piedad como una mujer entregada, una
compañera siempre lista para servir, para apoyar, para acoger, para echar una
mano. Desde siempre apoyó y asumió todas las dinámicas y compromisos del grupo…
Vinculó a las
mujeres con las que caminó a las búsquedas del círculo. Nunca uniformó su
pensamiento, ni abandonó sus convicciones más profundas. En nuestra búsqueda
espiritual participó íntegramente y siempre mantuvo sus referencias vitales: el
seguimiento a Jesús de Nazaret y su compromiso de fidelidad a la iglesia, a la
que siempre reclamó algunos cambios: participación plena de la mujer y mayor
compromiso con las causas de la justicia. Muchas mujeres del barrio Alfonso
López se vincularon a nuestras concentraciones y celebraciones masivas.
El año pasado
nuestro círculo de María de Magdala, conmemoró
el centenario de la arquidiócesis, reconociendo a las mujeres que no habían
sido mencionadas en la celebración eclesial oficial del año 2010. Piedad se
involucró muy especialmente en toda la dinámica y el evento y a través de ella
pudimos recuperar la memoria de Rosa
María Zuluaga quien hizo posible la construcción del templo de la Divina Misericordia, conocida como la
catedral de Aguablanca.
Piedad entregó su
vida con un sentimiento permanente de alegría y felicidad. Con un ánimo y
energías incansables que no dejaban ver que en su cuerpo avanzaban los años. Cuando
cualquiera de nosotras o de las mujeres de su barrio, escuchemos la canción
conocida en el subcontinente que nos habla de la promoción de la mujer:
¡Mujer de Latinoamérica,
llegó tu hora, despierta ya, despierta ya!
Mujer de Latinoamérica, tu
pueblo espera de ti la paz,
y que defiendas la vida, la
misma vida que tu amor da!
¡Mujer de Latinoamérica,
llegó tu hora, despierta ya, despierta ya!
Mujer de fina ternura que
llena estás de solicitud
mujer que con el progreso
que Dios existe no olvidas tú…
¡Mujer de Latinoamérica,
llegó tu hora, despierta ya, despierta ya!
Veremos a Piedad
levantando las manos con fuerza, para animar el canto. Ella disfrutaba con este
canto de una manera muy especial y lo entonaba con su hermosa voz, con mucha
fuerza.
La muerte la
sorprendió cuando ni ella, ni nadie a su alrededor la estaba esperando. Viajó a
España, como siempre lo hacía: su comunidad, su familia, sus amigas… Junto con
Carmina, fueron a visitar a nuestra inolvidable amiga y compañera, Inmaculada.
Regresaba con ilusión y fuerzas
para retomar su vida cotidiana y un infarto cerebral le destrozó el cerebro y se
la llevó para siempre. Estamos convencidas hace parte ahora del círculo y la
energía de la Divinidad.
Piedad, estarás
siempre en nuestra memoria, en nuestros corazones.
Compartimos un
texto escrito por ella, con motivo de la celebración de sus Bodas de Oro, en el
vemos transparentado el corazón de oro de Piedad:
Hemos dado
gracias al Señor por tantos dones que de Él recibimos cada día. Al finalizar la
Eucaristía no puedo por menos de agradecerles a todos ustedes con quien he
vivido hermosas experiencias.
Gracias a mis
HERMANAS DE Comunidad que jutas vamos haciendo realidad el Reino en esta bella
Misión que el Señor nos ha confiado a través de la Congregación.Gracias a los
Padres Teatinos con los que vamos haciendo camino en la construcción del Reino
en la Nueva Evangelización. Gracias al Padre Miguel que ha llegado desde Siloé
para acompañarnos en este día de acción de gracias.
Gracias al grupo
Buena Noticia con quien empecé hace 20 años en el conocimiento de la Palabra de
Dios y que ha permanecido fiel, creciendo cada día.
Gracias a la
Comunidad camino de Emaús y Semillas de Esperanza a quienes acompaño en este
proceso de Evangelización.
Cómo no
agradecer a todo el Equipo de mujeres que cada día madrugan para preparar la
comida a casi 100 personas en la Olla
Comunitaria La Compasión y con tanto cariño prestan este servicio voluntario.
Un
agradecimiento especial también para todos los que colaboran en Fuerza Viva,
esta bella misión que realizamos
entre todos y que manifiesta la Compasión de Dios.
Gracias a las
hermanas religiosas y mujeres que formamos el Grupo de María de Magdala que me
han ayudado a descubrir y valorar el papel de la mujer en la Iglesia y en el
mundo.
Gracias a los
niños de Infancia Misionera que me hacen sentir joven y hacerme niña como
ellos.
Agradezcamos
todos juntos también a todas las señoras que con tanta dedicación son fieles en organizar la liturgia cada día con
gran responsabilidad y entusiasmo en nuestra capilla.
Y gracias a
todos y a todas las que hoy han querido acompañarnos en este día grande. Que el Señor les pague por todo su cariño
que demuestran con nosotras. Gracias.
Gracias por la
Congregación que con tanto cariño me acogió y donde fui descubriendo con fuerza
tu amor compasivo que nos manifiestas en tu Hijo Jesús. Gracias porque has querido que realizase mi
misión en este hermoso Continente Latinoamericano. Esta ilusión ya estaba en mi corazón desde
que estaba en el colegio en la Infancia Misionera… ¡señor, qué grande eres y
qué hermosos tus proyectos!
Gracias por los
15 años que estuve en Venezuela, pero sobre todo por permitirme vivir en este
bello país, en este barrio de Alfonso López que con tanto cariño nos acogió y
que nos demuestra cada día, esas entrañas de compasión que has puesto en cada
uno de nosotros. Gracias por estos 21
años que juntos vamos descubriendo tu amor misericordioso y que tantos momentos
felices hemos vivido juntos.
Gracias por
todas las Hermanas de mi comunidad que has puesto en mi camino para realizar
juntas la misión que nos encomiendas cada día, gracias por las que ahora
estamos y las que compartieron conmigo su vida en estos 21 años.
POR TANTAS COSAS
COMO ME HAS DADO EN LA VIDA QUIERO DECIRTE: ¡GRACIAS, SEÑOR!
Nunca acabaría
de darte gracias. Es tanto lo que has
dado, Señor… Pero
sobre todo hoy de un modo especial
estamos aquí para unir nuestra acción de gracias por estos 50 años de poder
servirte en los hermanos.
Gracias por
permitirme serte fiel, por esta alegría que me desborda, porque a pesar de los
años que tengo, mi corazón está lleno de vida, de amor y entusiasmo.
En este pueblo
Caleño donde he aprendido a celebrar la vida y a vivir todo esto que ahora siento dentro
de mi corazón.
Por eso con toda
la comunidad, con todos los que aquí estamos, vamos a darle Gracias a Dios con este
canto que tanto me gusta y que muchas veces lo cantamos.
HOY SEÑOR TE
DAMOS GRACIAS POR LA VIDA, LA TIERRA Y EL SOL, HOY SEÑOR
QUEREMOS CANTAR LAS GRANDEZAS DE TU AMOR.
Gracias Padre,
me hiciste a tu imagen y quieres que siga tu ejemplo, brindando mi amor al hermano, construyendo un
mundo de paz.
SALMO
DE ACCIÓN DE
GRACIAS
ANTÍFONA CANTADA
Gracias Señor,
por tu amor infinito.
Desde siempre
has pensado en mí. Antes que mis padres
existieran.
Ya me amabas y
me conocías. Eres grande, Señor, tu amor
eterno.
Este amor se
hace vida en mis padres que tú elegiste para darme el ser.
Gracias Padre
Bueno, por haberme dado una familia con una fe sencilla,
pero sincera que
fue creciendo también en mí.
Gracias por
llamarme a la Vida de la Gracia, por el Bautismo y todos los sacramentos que han ido
fortaleciendo mi fe.
Gracias por
haberme puesto en el camino tanta gente buena que me han ayudado a conocerte y
descubrir tu proyecto de vida sobre mí.
Sobre todo porque hiciste que llegasen las Hnas de la Compasión a mi
pueblo, un pueblo pequeño, pero que ha dado muchas vocaciones a la vida
religiosa.
POR TANTAS COSAS
COMO ME HAS DADO EN LA VIDA QUIERO DECIRTE: ¡GRACIAS, SEÑOR!
Gracias también
por los sufrimientos y dolores que me hiciste pasar:
La muerte de mi
único hermano cuando solo tenía siete años y yo diez. La muerte de mi madre en plena vida, tan solo
41 años. Luego mi enfermedad que me
dejó paralizada por más de un año postrada, sin poder caminar en plena
adolescencia. En esos momentos tambaleó
mi fe. Perdóname, Señor por no haberme
fiado de ti.
Gracias porque
fue en ese dolor y soledad donde me hiciste descubrir el verdadero sentido de
la vida y empecé a conocerte un poco más.
Comprendí que tú eres el único que nunca
fallas y siempre estás a nuestro lado.
Comprendí la frase que alguien me dijo en esos momentos de dolor: “DIOS ESCRIBE DERECHO CON RENGLONES
TORCIDOS”, a lo largo de mi vida lo he ido comprobando.
Cómo no voy a
darte las gracias, Señor, por un padre tan bueno que me diste. Él mismo me ayudó a realizar mi vocación,
queriendo que fuera feliz. Aunque él se
quedase solo… Pero tú hiciste todo bien,
dándole una esposa buena y él también vivió feliz.
POR TANTAS COSAS
COMO ME HAS DADO EN LA VIDA QUIERO DECIRTE:
¡GRACIAS, SEÑOR!
En su despedida,
Daniela Vega, la más joven del círculo, le escribió estas palabras.
Carta a una amiga:
Hoy un ángel ha emprendido vuelo de regreso al cielo. Hoy, ese ángel
llamado Piedad Caballero Vallejo, está mirando a la Divinidad cara a cara, y de
seguro, le estará contando todo lo que vivió en la tierra.
Piedad, desde muy joven supo
que su vida era seguir los pasos del maestro de Galilea, que su existencia
tendría sentido sirviendo a los y las demás. Y, su entrega fue absoluta, sus
ganas de generar cambio fueron totales. Debido a ese sueño de ayudar, de estar
donde más se le necesitaba como toda seguidora de Jesús abandonó su patria
(España), su familia y se encaminó a rumbos lejanos.
Ese caminar la llevó a conocer muchos lugares donde trabajó por la
comunidad, donde ayudó a construir espacios para que la fe creciera, donde
lloró y rió, pero al final su corazón y sus manos laboriosas se quedaron en
Colombia. Y amó este país, y amó más a la comunidad de Alfonso López, siempre
salía en sus conversaciones ese amor por la gente con la cual y por los que
trabajaba día a día.
Piedad, sabía muy bien que la persona que canta ora dos veces, por
esos no era raro escucharla entonar siempre cantos de gracia; su cuerpo manaba
una energía de eterna juventud, siempre activa y de caminar vigoroso. Una mujer trabajadora que nunca se quedaba
quieta porque según su filosofía: cada día debía ser vivido como si fuera el
último, se debía dar lo mejor que guardáramos en nuestro ser y sonreír… estar
alegres. Por eso siempre estaba planeando paseos, reuniones con las mujeres,
trabajando con la niñez, haciendo rifas para recolectar fondos para mejorar los
espacios de oración, (Y, tenía un poder inigualable para inventar y vender
rifas)…
Piedad, en su último cumpleaños en una reunión con el colectivo
María de Magdala, dijo que cada mañana al despertar se
sonreía y daba gracias a Dios por el camino que había elegido. Se sentía una
mujer feliz. Ella, sin duda, era una mujer feliz.
Hoy Piedad se ha ido a reunirse con la Divinidad, pero no nos ha
dejado solas y solos nos ha dejado muchos recuerdos felices, el eco de sus voz
cantando, su tesón para trabajar, esa
vitalidad contagiosa, su entrega… Y sobre todo la idea que debemos seguir
trabajando comprometidamente por un
mundo mejor, como lo hizo ella.
Buen viaje, amiga.
Unos días después,
esto escribieron sus compañeras de comunidad, las Compasionistas de Cali:
Muy
queridas hermanas y amistades:
Después de unos días intensos por la
partida definitiva de nuestra entrañable Hna Piedad queremos compartir con Uds.
Ya la vez agradecerles su presencia viva a través de sus llamadas, correos,
celebraciones, que han sido y siguen siendo una fortaleza para la Comunidad.
Su muerte ha sido ligera como su vida
llena de vitalidad, servicio, optimismo, alegría, irradiaba a borbotones esa
felicidad que viene de saberse hija amada y predilecta del Padre desde cada
acontecimiento pequeño o grande de su vida ordinaria. La gente le llamaba
“hormiguita”, cada mañana , todos los días, después de la oración se ponía en
camino con su carrito de mercado para buscar el sustento de cada día para la
olla comunitaria que tiene como comensales a cuantos predilectos de Dios se asoman.
que son un aproximado de 80 a 100 personas.
Su espíritu misionero le empujaba a llevar
la Buena Noticia a los diversos grupos junto con las otras Hnas. y laicos, su
cariño especial a los niños de la infancia misionera le llevaba siempre a
descubrir al Dios de la Vida , a través del canto, la música, el teatro y a
proclamarle…
Su opción por Jesús pobre le llevó a su
gran preocupación por los más necesitados, no escatimaba tiempo, descanso,
hacía frente a toda dificultad, estaba dispuesta a dar lo mejor que ella tenía,
también a ayudar a los otros a que compartan sus bienes, a vivir su
solidaridad, en una palabra, a hacer vida lo que nos dice Mateo 25…
Su ser mujer íntegra le llevó siempre a
trabajar y luchar por mujeres del barrio por su dignidad y ganar espacios en la
familia, en el barrio, en la iglesia.
Después de un intenso trabajo pastoral se
dispuso a vivir sus vacaciones en España, nos llevaba en su corazón, por eso no
había una conversación, un encuentro con sus amigos españoles donde no saliera
sus grupos y gente de Cali con quienes la Comunidad religiosa y laicos
Compasionistas viven la Compasión.
La sorpresa de su accidente cardiovascular
de regreso desde España a Cali, nos ha conmovido, su deseo de morir en Cali se
hizo realidad. Pasó a las manos del Padre definitivamente el 11 de julio
acompañada por la familia amplia de la Compasión en este país. Sus funerales
han sido espacio de reconocimiento de su entrega a este pueblo colombiano, los
testimonios con sentimientos de gratitud y amistad han sido los acentos más
sonados en oraciones, en cantos, en rezos, la eucaristía ha sido presidida por
Monseñor Juan Francisco Sarasti quien tuvo la gentileza de acompañarnos a pesar
de su delicada enfermedad, se contó con la presencia sencilla, atenta de los
Padres Teatinos y el P. Diego. Podemos cantar juntas y juntos, con esperanza y
con la certeza de que Piedad goza de ese cielo nuevo y tierra nueva. ¡Aleluya,
ha resucitado, no está aquí!
Las buenas amigas quedan para siempre en la memoria.
ResponderEliminarBuenas noches.
ResponderEliminarDonde puedo encontar esta canción, quien es el atoro autora,...
¡Mujer de Latinoamérica, llegó tu hora, despierta ya, despierta ya!
Mujer de Latinoamérica, tu pueblo espera de ti la paz,
y que defiendas la vida, la misma vida que tu amor da!
¡Mujer de Latinoamérica, llegó tu hora, despierta ya, despierta ya!
Mujer de fina ternura que llena estás de solicitud
mujer que con el progreso que Dios existe no olvidas tú…
¡Mujer de Latinoamérica, llegó tu hora, despierta ya, despierta ya!
Gracias