miércoles, 18 de julio de 2012


CONMEMORACIÓN DE LA FESTIVIDAD Y LA MEMORIA DE MARÍA DE MAGDALA, DISCÍPULA DE JESÚS DE NAZARET


La tradición de la iglesia católica celebra el día 22 de Julio, la fiesta de María Magdalena, apóstol de los apóstoles.  Fiesta conmemorada equívocamente por muchos siglos, como la una mujer, prostituta arrepentida, que se convirtió al seguir a Jesús: memoria robada… En los textos históricos, evangelios canónicos y extra-canónicos, hay evidencias claras de que María de Magdala fue una mujer fuerte, sin contactos con la prostitución, seguidora de Jesús y apóstol de su mensaje y su palabra. Quizás el mayor testimonio de esta realidad lo encontramos en el evangelio de Juan, capítulo 20 y en los evangelios de Pistis Shophia y el Evangelio de María. Este último, atribuido a la tradición eclesial que la tiene por patrona, es un documento de mediados del siglo II, perdido por siglos y hallado en la: Biblioteca Nag Hammadi II. De este texto, cercano al Gnosticismo pero muy rico desde el punto de vista femenino, transcribimos unos apartes.

(Santuario de María Magdalena, en Novelda - Provincia de Alicante, España)


APARTES DEL EVANGELIO DE MARÍA MAGDALA:

(…) “¿Qué es la materia?  ¿Durará por siempre?”
El Enseñador respondió:  “Todo lo nacido, todo lo creado, todos los elementos de la naturaleza están vinculados y unidos entre sí.  Todo lo compuesto se descompondrá;  todo volverá a sus raíces;  la materia regresará a los orígenes de la materia. Quien tenga oídos para oír, que oiga.”
Pedro le dijo: “Puesto que te haces intérprete de los elementos y sucesos del mundo, dinos:   ¿Qué es el pecado del mundo?”

El Maestro dijo:
“No hay pecado.  Son ustedes quienes hacen que el pecado exista cuando obrar según los hábitos de su naturaleza adúltera; ahí está el pecado.  Por eso el Bien ha venido a ustedes; ha compartido los elementos de su naturaleza para volverla a unir a sus raíces.”
Dijo a continuación:   Por eso están enfermos y por eso morirán: tal es la consecuencia de sus actos;  hacen lo que les aleja… Entiéndanlo quien pueda.”

“El apego a la materia engendra una pasión contra natura.  Nace entonces el desorden en todo el cuerpo;  por tanto les digo:
“Estén en armonía…”  Si están perturbados, inspírense en las representaciones de su verdadera naturaleza.  Quien tenga oídos para oír que oiga.”
Dicho esto, el Bienaventurado los saludó a todos diciendo:   “¡Paz a ustedes! ¡Que mi Paz sea engendrada y se cumpla en ustedes!”.
Cuiden de que nadie les engañe diciendo:
“Está aquí o está allá!”  Pues es en su interior donde está el Hijo del Hombre; síganlo: los que le buscan le encuentran.  ¡En marcha!

Anuncien el Evangelio del Reino.
“No impongan ninguna regla,  salvo aquella de la que fui Testigo.  No añadan leyes a las del que dio la Tora, para no ser esclavos de ellas.”
Dicho esto, se fue.  Los discípulos estaban apenados; derramaron muchas lágrimas, diciendo:   “¿Cómo iremos entre los pagaos a anunciar el Evangelio del Reino del Hijo del Hombre?  Si a él no le trataron bien,  ¿cómo nos tratarán a nosotros?”

Entonces María se levantó, los besó a todos y dijo a sus hermanos:
“No estén tristes ni duden, porque su gracia nos acompañará y protegerá: alabemos más bien su grandeza, por habernos preparado.  Él nos llama a ser plenamente humanos”.
Con estas palabras, María orientó sus corazones hacia el Bien, y quedaron iluminados para (entender) las palabras del Maestro.
(…) “Salí del mundo gracias a otro mundo; quedó borrada una representación gracias a otra representación más alta.  En adelante voy hacia el Descanso, donde el tiempo reposa en la Eternidad del tiempo.  Voy al Silencio.”
Dicho esto, María calló.  Así conversaba ella con el Maestro.

Andrés tomó la palabra y se dirigió a sus hermanos:
“Decid, ¿qué piensan de o que acaba de contarnos?
Por mi parte, no creo que el Maestro haya hablado así; esos pensamientos son distintos de los que hemos conocido.”
Pedro añadió:
“¿Es posible que el Maestro haya conversado de ese modo con una mujer, acerca de secretos que nosotros ignoramos?
¿Habremos de cambiar nuestras costumbres y escuchar todos a esa mujer?
¿De veras la ha escogido y preferido a nosotros?”

 María, entonces, se echó a llorar.  Dijo a Pedro:
“Pedro, hermano mío.  ¿qué tienes en la cabeza?
¿Crees que yo sola me lo he imaginado, me he inventado esa visión, o que estoy mintiendo acerca de nuestro Enseñador?”
Leví tomó la palabra:
“Pedro, tú siempre has sido un impulsivo; veo ahora que  te ensañas contra la mujer, como lo hacen nuestros adversarios.  Sin embargo,  si el Enseñador la ha hecho digna, ¿quién eres tú para rechazarla?
No cabe duda que el Maestro la conoce muy bien…  La amó más que a nosotros.
Arrepintámonos, pues, y seamos el Hombre en su totalidad: dejémosle arraigar en nosotros y crecer como lo pidió.  Salgamos a anunciar el Evangelio  sin tratar de establecer otras reglas y leyes, excepto aquella de la que él fue testigo”.
En cuanto Leví pronunció estas palabras, se pusieron en camino para anunciar el Evangelio.

[De, El evangelio según María.]


(María Magdalena leyendo, Roger Van deir Weyden)


MEMORIA  DE MARÍA DE MAGDALA.

La memoria de esta mujer, cercana a Jesús, ha sido recogida por múltiples tradiciones… ha sido ignorada, deformada, convertida en prostituta y en diosa… Especialmente en la tradición artística y literaria su imagen ha permanecido a través de los años como la de una mujer atrapada en las redes de la sexualidad, siempre regresa con nuevas expresiones que refuerzan esta falsa leyenda. En una tradición soterrada que recientemente ha salido a la luz, es recordada y venerada como la esposa de Jesús de Nazaret y como la madre de sus hijos. Pero su memoria como discípula y misionera en igualdad de condiciones de otros discípulos varones como Pedro, Andrés, Juan o Tomás… esta memoria le ha sido injustamente robada.

Ha sido necesario llegar al siglo XX, para rastrear los pasos de una tradición marginal en las iglesias cristianas, que ha mantenido en alto esta memoria y la ha salvaguardado en medio de los avatares de la misoginia eclesial. En esa tradición, la de María de Magdala como maestra evangélica y espiritual, se inscribe este blog y esa es la memoria que queremos recuperar.


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