martes, 25 de octubre de 2011

Un Centenario + Un Año, La Mujer en la Iglesia de Cali


El sábado 15 de Octubre, día de Teresa de Ávila, nos reunimos en el Coliseo del Colegio Stella Maris de Cali, 350 mujeres, para reconocer y hacer visible nuestra presencia, nuestra historia espiritual y nuestros múltiples aportes en la construcción de la comunidad eclesial caleña. Esta celebración partió de que en el año 2010, la iglesia católica celebró el primer centenario de instituida como diócesis y en el proceso festivo realizó el reconocimiento de varios hombres e ignoró el reconocimiento a las mujeres a pesar de lo obvio del peso femenino en las iglesias.

El círculo espiritual María de Magdala, un grupo de mujeres que caminamos en comunión hace ya varios años asumió entonces el reto de llevar a cabo y explicitar este reconocimiento. A lo largo del segundo semestre del 2010 y primero del 2011, hicimos dos tipos de investigación en la  iglesia de Cali. El primero de ellos, un largo y minucioso recorrido por la historia, rastreando las huellas femeninas. El segundo, un recorrido por algunas parroquias de la ciudad –especialmente las del Distrito de Agua Blanca- recuperando las historias de las mujeres populares que han construido la iglesia.

Esta mirada investigativa, nos arrojó un material invaluable para nuestra conmemoración y recuperación de la memoria: Supimos que la vida religiosa se inició muy tempranamente en esta pequeñísima urbe (22 de Abril de 1739), en la forma de un beguinato. La iniciaron, Antonia Chávez Sánchez y Juana Mera Ledesma. Recuperamos nombres de fundadoras en la ciudad, de las actuales comunidades religiosas y de obras de un servicio invaluable, como Eufemia Caicedo, fundadora el Club Noel o Joaquina Sardi, fundadora de La Viga.

Entre las muchas mujeres que reconocimos recuperamos para las miradas futuras el nombre y la historia de Rosa María Zuluaga, mujer popular que con su tenacidad y dedicación realizó la construcción y puso en movimiento la dinámica religiosa del templo de La Divina Misericordia, conocido como la catedral de Aguablanca. Una mujer que representó en este evento a las miles de mujeres que por más de tres siglos y en todos los rincones de la geografía colombiana ha costeado con sus empanadas, la construcción de templos... Pero quizás una de las mujeres más significativas, cuya memoria recuperamos, fue la de Emma Ángel Maya, laica comprometida, cuya trayectoria de vida se inscribe en las anticipaciones y proyecciones del Concilio Vaticano II.

Una vez explicitados los reconocimientos realizados, pasamos a celebrar un ritual de acción de gracias, por la presencia del Espíritu y la Sabiduría en tantas mujeres sin las cuales la construcción de la comunidad eclesial no habría sido nunca posible. Ritual acompañado de músicas preciosas que permitieron elevar el espíritu de un grupo muy amplio de mujeres que crecieron en su autoestima al tomar conciencia del papel central que ha jugado en la dinámica eclesial, aunque esta dinámica haya sido siempre visibilizada por las figuras  masculinas.

Igualmente ese día entregamos el libro: Círculo María de Magdala – Memorias,  que recoge el camino espiritual de un círculo de mujeres que desde su adhesión a Jesús de Nazaret, ha querido contribuir a la transformación del tejido social a partir de la propuesta de Jean Shinoda Bolen, el millonésimo círculo.  Queda después de este evento seguir construyendo futuro a lo que las y los invitamos. 



Círculo de  María de Magdala
Octubre de 2011

1 comentario:

  1. Me llevé vuestro blog para dar a conocer el movimiento y difundirlo en el nuestro llamado "El Atrio de los gentiles"

    un abrazo

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